Cuatro paredes.
Aquí no entra el suspiro,
aquí no entra la bronca,
aquí no entran las dudas,
aquí no se puede reaccionar.
Destrozar estas paredes,
esa es la solución,
abrirlas a trompadas secas,
a golpes cansados,
hacer agujeros y que por allí
escape lo que se tenga que ir.
Que entren los suspiros,
poder hinchar los pulmones,
casi estallar.
Que la bronca no se concentre,
que no haga latir paredes
con sonidos duros y repetitivos.
y que las dudas vuelen,
no molesten,
que la razón las ponga en jaque.
Destrozar estas paredes,
esa es la solución,
abrirlas a trompadas secas,
a golpes cansados,
hacer agujeros y que por allí
escape lo que se tenga que ir.
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